¿Qué está pasando?
En equinoccio la declinación del Sol es 0°. Para una latitud dada, la altura y el azimut del Sol a una hora solar determinada son iguales tanto en marzo como en septiembre; por eso el rayo recorre el mismo camino y alcanza el mismo capitel. La sensación de “bajar” de la luz por la columna entre las 8 y las 12 solares se debe a que la altura del Sol aumenta con el paso de las horas.
Nota: usamos hora solar (sin ecuación del tiempo ni husos) para la explicación geométrica.
Excursión y contexto
Visita realizada el 24/9/2025 con ruta desde Zamora por Tábara, Camarzana de Tera y Santa Marta de Tera; regreso hacia Benavente, luego hacia Vecilla y La Granja de Moreruela.
m1.jpg).Simulador 3D — rayo del óculo
Ajusta la posición del capitel para que justo a la hora y el día escogidos sea iluminado. En equinoccio el recorrido es idéntico en marzo y septiembre.
Explicaciones de Celes — tlfno 626752622
En el año 1063 los reyes donaron el monasterio al obispo Don Alvito de Astorga, y lo hicieron como pago o recompensa porque el obispo había trasladado las reliquias de San Isidoro desde Sevilla hasta León. Los monarcas querían reliquias muy importantes y reconocidas para depositarlas en el lugar donde iban a establecer su palacio real, que es donde hoy se encuentra la Colegiata de San Isidoro. Por ese motivo la iglesia está muy relacionada con la de San Isidoro y se piensa que quizá fueran los mismos constructores. Desde ese momento, desde el 22 de diciembre de 1063, y por esa donación real, Santa Marta pasó a pertenecer a la diócesis de San Isidoro. Junto con el monasterio y su construcción, los reyes donaron muchísimos lugares donde tenían propiedades, rentas, foros, privilegios, posesiones y demás. De ese modo la iglesia se hizo con un enorme patrimonio que generaba muchos beneficios, y es probable que parte de ellos se emplearan en la construcción de esta magnífica iglesia. La iglesia se levantó al abrigo del monasterio entre los siglos XI y XII.
En el siglo XVI, como les decía al principio, el edificio donde hoy tenemos la recepción era la residencia de descanso de los obispos de Astorga. En 1550 el obispo don Pedro de Acuña y Avellaneda mandó construirla para venir a descansar, pero también para administrar, recaudar y controlar los beneficios de ese enorme patrimonio. Los obispos vinieron aquí hasta 1901. Después el edificio pasó a ser Casa Parroquial y estuvo habitado hasta mediados de los años 80. Yo todavía recuerdo al último cura que vivió allí. Más tarde quedó abandonado y se deterioró.
Entre 2006 y 2008 Patrimonio realizó la última intervención tanto en la iglesia como en este edificio, que estaba muy deteriorado. Se vació el interior y se habilitó como recepción y museo. Por eso ahora tenemos esa entrada interior directa, que antes no existía. En la Edad Media, la entrada estaba en la calle. El rosetón que vemos hoy cegado en la fachada era entonces un ventanal por donde entraba el sol. Cuando se convirtió en residencia episcopal en el siglo XVI, el rosetón se tapó para evitar corrientes de aire. Aun así, ahora podemos ver la portada y el rosetón desde dentro gracias a las restauraciones.
Durante siglos la iglesia estuvo encalada, pintada de blanco, especialmente tras la peste. En una de las primeras intervenciones de Patrimonio se limpió la piedra, se cambió la cubierta y se eliminaron elementos añadidos que no eran propios. Por eso hoy podemos ver mejor la estructura original.
En las restauraciones más recientes se ha dejado una claraboya en la cubierta que permite acceder al tejado. Y resulta que a finales de agosto, entre los días 18 y 25, un rayo de sol se cuela por esa claraboya y proyecta un círculo de luz que ilumina un capitel concreto. Yo mismo lo descubrí un día por casualidad y desde entonces lo observo cada verano. Es un fenómeno impresionante: la luz dibuja un círculo perfecto sobre el capitel de los reyes, donde está representado el rey David, se cree que junto a Saúl y sus hijos. Incluso llega a iluminar el sagrario y otros capiteles cercanos.
La antigua pila bautismal estaba situada en la entrada principal, como era costumbre en las iglesias románicas. Allí se encontraba detrás de una puerta de madera que separaba la zona del bautismo. Esa pila fue trasladada en 2009 a la Casa Parroquial para su conservación tras las últimas intervenciones. Durante mucho tiempo esa puerta dejó de usarse porque ya no se accedía al templo por allí, y el espacio perdió su función original.
En resumen, la evolución de esta iglesia muestra un recorrido desde su construcción en los siglos XI-XII hasta la actualidad: primero como iglesia monástica, después como residencia de obispos, más tarde como Casa Parroquial y finalmente como espacio cultural y museo. Y a todo ello se añade ese fenómeno solar de finales de agosto, que vincula la arquitectura con el paso del sol y la naturaleza, uniendo historia, arte y espiritualidad.
La luz entra por la ventana del óculo, aunque actualmente algunas partes están tapadas. Cuando se despeja, puede verse cómo el sol ilumina determinados capiteles. Uno de ellos es el del Sacrificio de Isaac. El año pasado se consiguió fotografiar este fenómeno, y se espera repetirlo en años siguientes, pues requiere estar en el lugar justo y en el momento adecuado.
El rosetón tiene forma de flor, con un círculo grande y seis pequeños alrededor. Se piensa que fue diseñado para que, en un momento concreto, la luz incidiera directamente sobre el sagrario y los capiteles. Aunque el rayo de sol es mínimo, la potencia del efecto es impresionante. En agosto, alrededor de las ocho de la tarde (hora solar), se ha podido observar cómo la luz ilumina estos elementos durante unos minutos.
Durante una de estas observaciones estuvieron presentes peregrinas francesas, que quedaron maravilladas. El fenómeno tiene lugar en un espacio que resulta muy agradable y tranquilo, un lugar en el que los visitantes sienten descanso tras el cansancio del camino.
La puerta sur, por donde actualmente se accede, corresponde a la antigua entrada a los claustros del monasterio. Allí se conservan bancos de piedra y marcas que indican la existencia de divisiones entre monjes y fieles. La orientación de los rosetones y ventanas parece relacionada con las horas de rezo.
El monasterio existía desde el año 979 y aún aparece en documentos de 1536, cuando Pedro Sarmiento fue nombrado obispo de Tuy. Más tarde, durante la Guerra de la Independencia, el archivo fue destruido por los franceses. En 1506, el rey Fernando el Católico se alojó en este lugar en su camino hacia Castilla para encontrarse con Juana y Felipe. Aquí se hicieron copias del testamento de Isabel la Católica, hecho confirmado por el Archivo Nacional, lo que convierte este monasterio en escenario de un episodio hi...
Además, en los muros de la iglesia se han encontrado marcas de canteros, algunas con simbología templaria como la estrella de ocho puntas. Estas señales han llevado a pensar que la iglesia pudo estar vinculada a construcciones templarias de la zona.
En resumen, esta iglesia no solo es notable por su arquitectura románica y por los fenómenos de luz que la relacionan con el ciclo solar, sino también por su relevancia histórica, al haber albergado a reyes y custodiado documentos fundamentales de la historia de España.