Instrumento que se emplea en las estaciones meteorológicas para medir la altura del agua precipitada durante un tiempo determinado, suponiéndola distribuida sobre una superficie impermeable y sin estar sometida a evaporación.
La diferencia entre un pluviómetro manual y uno automático la podéis ver en este video que compartió @AEMET_Esp que fue grabado desde el jardín meteorológico del observatorio de València.
Este es el funcionamiento de un pluviómetro automático: el agua cae sobre un sistema de cazoletas basculantes. Cuando la cazoleta se llena se produce el volcado, se vacía y pasa a llenarse la otra. Cada volcado es 0.2 l/m².
Lo hemos traído a la #FiraEmergències2019 y lo hemos desmontado. El agua cae sobre un sistema de cazoletas basculantes. Cuando la cazoleta se llena se produce el volcado, se vacía y pasa a llenarse la otra. Cada volcado es 0.2 l/m².
Ocurre que en el pluviómetro manual, todo lo que precipita se acumula en la garrafa. El automático de cazoletas pierde algo de precipitación entre volcado y volcada, por lo que suelen registrar menos lluvia que los manuales, sobre todo cuando la lluvia es torrencial.
No sabemos cuánta precipitación se habría registrado el día 29 en Turís de haberse registrado también con un pluviómetro manual. Habría sido más que esos 771.8 l/m². No sabemos cuánto más, nunca lo sabremos.